sábado, 2 de abril de 2011

En la vida como en la canción de Bob Dylan

Me hago con la novela Héroes, del guionista y director de cine Ray Loriga. Comienzo a leerlo con cierto interés. "Muchos años más tarde estuve en Berlín con ella", dice casi al comienzo del libro. "Berlín", continúa diciendo, "es una ciudad jodidamente extraña. Contamos ángeles debajo de la lluvia, saludamos a la gente del circo cuando ya se marchaba, compramos medallas a los desertores y yo me acordé de algo que decía Bob Dylan: Te dejaré estar en mis sueños, si yo puedo estar en los tuyos. Cierro el libro. A veces, como hoy, hace frío pero uno se decide a brindar de nuevo por las ciudades hechas a la medida de nuestro corazón, o algo así, ciudades tan jodidamente hermosas como extrañas. No sé por qué anoto esto aquí, reflexivo y ceniciento. Antes de acabar el día rescato esta frase: "Soy un hombre a quien la suerte hirió con zarpa de acero".

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