viernes, 1 de julio de 2016

A modo de poética



No abandono nunca
mi llaga de silencio y peso
o por ahí, los gatos menores y cursis,
una gata centáurica y rara
que pasea por caminos de escarpadura
y lagartos y lo mira todo
con ojos de niña lista por encima
del mogollón de replicantes.

Mi cuarto, de unos quince metros cuadrados.


jueves, 30 de junio de 2016

12 poemas


                  Siempre he tenido una tendencia al lirismo megalómano.
                                              Amélie Nothomb




EL AMANTE

Esa que veis es la bailarina de Izu, guapa y dispuesta, almohadón perceptible.
Esa que está cerca del puente Yugawa alimentándose de palomitas tostadas
y líneas de Faulkner medio entreleídas.
El corazón me late con fuerza.
En su piel la verdad es violenta e incandescente.




SALUDABLE

Ah saludable aquel que busca su Pentesilea centinela, sabe que la herida solo permanece abierta si duele. Y saludable aquel que escribe confuso y sofístico. Solo quiere regresar a las trincheras, ver que va como una niña que tiene que hacer los deberes y es la más bella reina de las Amazonas.






AQUILES, PENTESILEA

Aquiles, panal de espadas, panal de fuerzas, lupanar, se queda pensativo con las manos moradas de frío y sangre. Aquiles, un día, digo, mata a la más bella Pentesilea, infeliz y bestia, zurupeto y tonto. Amazona con los dientes más hermosos, bello cuerpo delgado, ojos sin microlentillas. Así era.

Coloca su cuerpo de maniquí de escaparate en la arena, le quita el casco -ser siempre una misma es agobiante- mascullando el placer. No le cierra los ojos llenos de sombra expuestos a la indocilidad de las cosas.

Hay un cadáver con piernas firmes y finas de Pentesilea, fermosa fembra, la más hermosa. Aquiles lacrimoso sin técnica ni sabiduría la mira. En el cuerpo contemplado de la muchacha encuentra la pulpa grata de la existencia que huele a dalia, a persona limpia, a cuerpo jabonado, a mujer sola e higiénica que traerá solo penumbra y humo.






CASI UN HAIKU

Casi siempre hay un Kakama
sobre el quimono índigo.
Bosques de cedro.






POÉTICA

Lesbia, la fermosa fembra. La ausencia de Lesbia es volverse del revés. Lesbia nunca me da a entender impaciencia o reproche. Llega a parecerme que le es indiferente. La piel está ahí habitual e invariable. El cuerpo es el dolor verdadero con ribetes de ternura.




POÉTICA II

Un cuerpo seguido
siempre de su sombra
me llama frecuentemente.
 





LA BAILARINA DE IZU

¿Qué hace la bailarina?
¿Por qué sale desnuda
desde el fondo de la oscura
casa de baños
yendo al armazón de mis instintos?

¿Qué hace la bailarina?




LAS GATAS

Cuando siento el odio
o el desprecio
del mundo,
mientras tu ausencia
cae de bruces, en pleno caos,
recojo de entre las calles
a todas las gatas
callejeras y utópicas
y leo versos para ellas.

Gatas persas de ojos redondos,
siamesas de ojos inteligentes,
la gata europea común.
"Oye, ¿crees que podrías
recitar a Kafka
suave y fecundante?".
"¿Aún estás leyendo los Diálogos de Platón",
me dijo una joven gata en una ocasión.
"-Página 240"
Las gatas son heroínas de manual
y todo su heroísmo estadístico
consiste en escuchar versos
(míos y ajenos, o sea mejores).
Juego a Ginsberg, a Zbigniew
Herbert y de noche me voy
entre el gran concierto
desconcertado de las gatas,
sus aullidos y maullidos
que no me dejarán dormir
mientras esté contigo
y que las tendrán
en un inmenso celo,
con los ojos de fuego
y los colmillos de un odio
de mil demonios.





CITAS APÓCRIFAS

Mi bailarina de Izu atasca las palabras en mi garganta. Sin ella todo lo que miro está podrido, rancio, es repugnante. Me ofrece almohadón de gato vestida o desnuda otra vez de sí misma, con los brazos extendidos. Acumula dolor sobre dolor.

                              Yasunari Kawabata

Los que ya no seré
incesantes y eternos
aún me esperan.

                              H. D. Thoureau



 
TODO

Pájaros de saliva pasados a limpio
en tu portafolios lámina
seísmo de semillas y de sexos
corren hacia tu cuerpo sonámbulo,
en un sprint hacia el contacto
con tu alfabeto mojado.
Por eso, masoca, busco pistas para durar
en tu piel, en tu bosque sin gasolina
donde no me frecuentan las dudas,
en tu orgía de jabones, geles,
champúes:
bajando por tu cuello.

 



PASADIZOS

Leí que lo mejor que se puede hacer es apoyarse en una línea de fuga..

Escribir es decir sin trabas lo que se quiere decir y no decirlo del todo.

Qué rara la avilantez.

Los rumores solo son mentiras a medias que entierran la verdad y la pudren.

Los snob están siempre a la última.

Todas las mujeres que conocí son Ally Mcbeal, veloces, maquillan el espacio vacío, pegan pestañas en el espacio vacío, pintan cejas en el espacio vacío.

La futurista debe reír y hablar, estar loca e histérica, ser ditirámbica y ponerse a bailar en mis oídos, ser telegráfica y practicar el código Morse y dejar la mente llena de puntos y rayas, ser dispersa y resistirse a cualquier clasificación o descripción.

Lo que más le alarma a Narciso es el rostro de lepra en el espejo.

Miles y miles de seres humanos que se quedan callados en defensa propia.

Cuando no tengo nada que hacer me convierto en un equizerino y vuelo.




LA HUIDA

Intento que el tiempo
no logre darme caza aguanevado.

¿No volverá así el perfume de Lesbia
que duerme con el bicho
en el bosque de Macbeth?




domingo, 12 de junio de 2016

Te doy la razón, Hemingway



Qué me dirás hoy, Ernest, razonable, pacífico?
Me decías hace años que hay secretos y cosas
que todo el mundo sabe. Con quién iré al Café des Amateurs
en la rue Mouffetard?
qué imán de qué ojos me salvará y me amará?
No hay lugar vacío, nada es borroso, 
si se posan en mí unos ojos. 

Qué me ordenarás apuntar en un enorme
bloc inglés, boxeador fungible?
 
Se acabó ya lo feo de mirar:  fue siempre ella, 
ella ...........cuerpo traslúcido en la garganta negra del sol
ella ...........mano de grafito delgada y fuerte
ella ........... niña que ha bajado a mi calle a jugar a Rayuela,
Antígona y Clitemnestra, Helena de Troya y Andrómeda,
Casandra y Cleopatra,
                          mi adiós a las armas, prolijo amigo,
                                                mi fiesta como tu París.
A qué visitar selvas y tigres de la prisa, al romper el alba 
si recuerdo su bosque 
sin roturar, de gacela, sus curvas de gata intelectual o aquel
                                                                                         equipaje de plumas
en el ala de la tarde?
Por qué no ver  con ella los cuadros de Manet y Monet
y los demás impresionistas
en el Musée du Luxembourg?
 
Nunca lo pensé y sin embargo, te aseguro, su piel acierta 
                                                                 a componer un cuadro perfecto,
la respuesta es Sara, querido Ernest , te doy la razón,
te hago caso.
 




Vivir para contarlo


La agitación 
o la calma las lleva 
uno consigo.

Doblo las páginas 
de cada libro ajeno. 
Me pertenecen.

Me faltas tú 
para que nada falte. 
Hermosa vista.

En el España 
visito a Lin Yu Tag. 
En el España.

Haz con mi piel 
una de tus maletas. 
Vámonos juntos.

En este mundo 
viajo a otro mundo 
lleno de sombras.

 


miércoles, 8 de junio de 2016

Nunca miento



Las ideas de vez en cuando amenazan con tirar el piano por la ventana.

Mis ideas me desechan con una risita desdeñosa.

Siempre leo entre líneas pero me quedo en blanco con lo que está a la vista.

La maldad quiere llegar muy alto: hay maldades que ríen y maldades que hablan; hay maldades locas, maldades telegráficas que practican el código Morse.

Para el paciente cada segundo es un universo de tiempo.

¿Cómo pueden vivir los que se conforman con lo que deja de pasar?

Las cosas inoportunas están sobrevaloradas.

Tener razón es una expresión de tristeza permanente, pero me vuelve loco de alegría.

Odio el ruido: está lleno de silencio estertoroso y estertóreo, mórbido y grotesco.

Por Lady Macbeth y Fedra y Casandra y Cleopatra.

Hay dos clases de personas: las que no se pasan ni media hora sentadas al piano y las que no hay quien las arranque de él.

Nunca miento si la mentira no abarca la eternidad.




Como tú



Las animal hembra
que empiezan de repente a gemir,
jubilosas y feroces,
con las mandíbulas moviéndose
como cordones de zapatos antiguos,
con el pecho jadeando
y las costillas crujiendo,
al desplomarse,
sin cerrarse
como las ostras,
son como tú.


lunes, 6 de junio de 2016

El que no me atreví a ser



Había megáfonos que gritaban: "Si te adulan, no te pares, espanta viejos buitres".

Las cicatrices son Bellas Durmientes.

La fama es volar al doblar la esquina como un avión demasiado cargado.

En mis pies duermen lápices, papeles, llaves, el gato de un escritor.

El optimista cava un túnel en la tierra para llegar al otro lado.

No hay nada más difícil que hacer el amor hasta perder el juicio.

Muy lentamente, del otro lado, apenas oigo tu voz.

Narciso, desde la sombra, se da el visto bueno.

Nada me divierte más que salir por una inesperada vena de fantasía.

Lo malo de la sinceridad es que es una palabra que comienza negándose, decía Ramón Gómez de la Serna. Nos dejan secos los golpes leves de sinceridad.

A los amores fatales les es imposible quedarse atascados en ninguna parte.

¿Qué quiere el apartamento vacío?

La poesía es poner las manos sobre unas piernas muy jugosas.

Un beso es un supuesto hegeliano.

Desde el hombre que soy, a veces me da por contemplar a aquel que no me atreví a ser.







viernes, 3 de junio de 2016

Vidas imaginarias




EL PLACER DE TU CARA

Cosas acumuladas que miramos
cuando la realidad es el deseo:
una luz proyectada, una mujer desnuda,
un piano urgente, una puerta cansada
tras la que acechan besos muy intensos
y sílabas por donde escapa el frío
y en las que se aniquila un cuerpo esbelto,
el estudio, la asepsia, el placer de tu cara.






LA PARTIDA Y OTROS HAIKUS


LA PARTIDA

Estabas muerta.
En mis pies exquisitos
sangre muy rápida.

BESO A ALICIA

Brotan de tu hombro
unas pecas muy rubias.
Cierro tu boca.

NUNCA MÁS

Mi novia dice
que me parezco a Jekyll.
Hyde muy severo.

LA INVITADA

Cara de chico.
Tu nariz infantil,
eso me gusta.



NO LO DIJE YO, LO DIJO CRISTINA
RIVERA GARZA

La Vampira Mujer merodea
cibercafés casi de madrugada.
La que escribe de noche está.
La que escribe tiene la máscara perfecta.
La que escribe digiere, incorpora, escabulle.




ENFERMEDAD

Por si acaso mi caligrafía
no saluda a nadie, no mira a nadie,
porque nadie hay aquí
y yo menos que nadie,
velo el sueño demente de mis letras.
La enfermera se ha ido
llevándose un termómetro
que tenía en su médula de mercurio
la temperatura de mi caligrafía,
el más secreto calor de aquel cuerpo.
Una sensación propia y embargante.
La caligrafía se despertó al anochecer.





SOBRE UN TEMA DE JULIO CORTÁZAR

Aprisa. Voy.
Qué será de mí sin lustraros cada mañana,
sin que vaguéis conmigo
por las terrazas de los cafés,
sin que mis manos os abran tantas veces,
sin que me adentre por vuestras páginas
de piel finísima, pesantes, iluminadas,
inmortales, oblicuas,
con mis pies descalzos,
¡libros míos!





POETA LOCO

Poeta loco, qué senos tan sosos
te obsesionan, no tienen nada que decir,
poeta polvoriento, abarcador,
descubrirdor, la muchacha
queda atrapada en el poema,
sudor en las manos.

Nevermore, nevermore, pájaros te devoran
donde no hay silencio,
idioma de gatito escupes versos
¿sabes? Todos estamos locos ¿sabes?

Pálidos, expectantes los humanos, quieren
como mastican un chicle,
eres Ícaro en el cuadro de Brueghel
dolor por nada y para nadie,
poeta loco, zarza viva, incendio genital.











miércoles, 1 de junio de 2016

Antesala



El amor son los gatos que nos pasean el regazo.

El fracaso es no mirar tus piernas firmes, graciosas, quebradizas.

Enamorarse es como un cansancio en el nacer de una relación que uno se propone llevar hasta el final.

Poemancipada.

Amo lo picassiano y a mi pareja.

Siempre presumía de los defectos que no tenía.

El amor es deshacer flores desconocidas como Ofelia.

Lo que más le alarma a Narciso es el rostro de lepra en el espejo.

El pájaro morirá inquieto, histérico, ruidoso, porque el mundo está en orden, sensato y frío.

La bondad hiere, afrenta, inflige.

Me has vuelto loco entre penumbra y humo. Me has vuelto loco.






miércoles, 2 de septiembre de 2015

BOXEO

Corren y saltan los chicos del boxeo en veladas
nada superficiales y sinceras,
los que quieren abrirse paso a bofetadas
bajo las luces cansadas.
Luego se van al trabajo y, por la tarde,
al gimnasio.
Elegimos los equipos. Billy Bragg y yo
nos ponemos juntos. Siempre ocurre lo mismo.
A mí me eligen el penúltimo
y a Billy el último, así que siempre jugábamos
en diferentes equipos.
Billy Brag y yo tenemos tenacidad y calma interior.
Bowie aguanta sopapos pero tiene heterocromía
y ni siquiera puede ver los golpes
pero le pega fuerte.
El que se abre paso como Dylan, se coloca de "sparring".
Hay gimnasios de diez dólares la entrada
y gimnasios gratuitos.
El birmano Nick Drake es un pluma con músculo redondo.
Johnny Cash baila sobre las punteras
con ansias de triunfo.
Llega la hora de concertar combates, a gritos,
como en la bolsa o en la subasta del mercado:
"Tengo un ligero de dos combates"
"Tengo un pluma que aguanta las tortas".
Siempre quise ser una estrella del boxeo.
Si me hubieras preguntado a los diez años,
si lo hubieras hecho,
¿Sabes que habría respondido?
Coño, tío, lo único que de verdad quiero
es ser una estrella del boxeo.
Cada vez que miraba mi cara en el espejo,
me parecía estar viendo a otra persona.
Les daré fuerte. Les daré más fuerte que nadie.
Con mi izquierda no podrán ni siquiera verme.
Sé que no me aceptan. Ni a mí ni a Billy Bragg.
Pero vamos a partir caras a lo loco, delgados y febles,
seremos los únicos rockeros con el perfil ileso.



martes, 1 de septiembre de 2015

El gato

Mi gato Bowie mira el dolor de mi libro
y lo que ve es un costumbrismo local.
Y lo que ve es una herramienta quietista
lo cual no le parece ni bien ni mal.
Y lo que ve
es el Blood on the Traks de Dylan,
las delicadas heridas de una buena canción.

Bowie es la monda, me trae una manta,
miaga cuando digo que las cicatrices
sirven para decir "hueco negro",
que las cicatrices sirven
para usarlas como un arma,
que las cicatrices sirven para saber
que la sangre sana,
que las cicatrices sirven para sentarse
en un cómodo sillón de cuero,
tan socorrido.
Mi gato Bowie salta, sin estar borracho, y sueña
con ser astronauta, pero el espacio
no cuenta con él.
Pesa demasiado entre mis brazos.
No hay nada más que decir. No hay más.



Las 7 autopistas

Nacho vegas y yo conducíamos un camión 
lleno de dinamita 
al norte del norte mientras pensamos: 
"Aquí yacemos media España". 
 Y perdón
por la paráfrasis de Larra, 
en la que le incluyo, claro, 
nos incluimos 
porque todos somos premuertos. 

El cantante, el encuentro con el cantante. 
Había pedido excedencia para todo el semestre. 
No sabíamos 
adónde nos llevaría, 
porque no sabíamos nada. 
Podríamos considerar 
el camión 
una prisión, porque estábamos compelidos 
a aguardar en él; 
podríamos considerarlo 
un lugar de sociabilidad, 
porque allí 
nos encontrábamos con otros. 

Llegó el alma de Baudelaire 
con su genio y 
su palabra formidable y espantosa. 
Llegó el alma 
de Leopoldo María Panero 
que es un alma buena, 
pero tiene la manía provinciana 
de leer 
sus versos 
en cuanto te pilla desprevenido: 

"oh mano mía, mano de mi fantasma
mano de Scardanelli que tercamente escribe
la historia al revés". 

Llegó el alma de Gloria Fuertes 
que parecía 
la voz de la conciencia, con su gato. 
El gato con vocación de filo. 
El gato que desciende, como descendemos a veces. 
Gato que creía / quería. 

Como somos intemporales, o sea eternos, 
nos codeamos con lo mejor. 
Nacho Vegas y yo, perdidos en su camión, 
con nuestros pecados. 
Distanciados y saciados. 
Intento escribir por huir de él, 
me quiero escapar por la escritura, 
como si la palabra fuese un avión o una bicicleta, 
como si la vida 
se hubiera quedado hueca de tiempo.


Días de dinamita en la cabeza. 
Los recuerdo como suelen recordarse las cosas imaginadas. 
El mundo en el que vivo 
no dejará nunca de escapárseme, 
pero uno se va acostumbrando a viajar con Nacho Vegas. 




domingo, 30 de agosto de 2015

Hola, Jim Morrison

Cuánta emoción ser joven y leer un poema tuyo, Jim Morrison.
Hace tanto que no leo un poema tuyo, Rey Lagarto.
Hace tanto que no leo un poema sobre los escondites del amor.
Qué te trae por aquí, denso en la noche. Te leí un montón de veces,
me acompañaste en otras noches solas.
¡Qué maravillosas piedras directas al corazón!.
Tú sí que hiciste de la música otra cosa.
Sombra corpulenta susurras:
El amor se esconde en los lugares más extraños.
El amor se esconde en medio de vuestras caras
( y yo pienso entonces en el aroma de su pelo,
en ella que es la parte de mí que me falta, ya sabes...)

Ah genio de la palabra hablada,
profesor universalizado, ah barítono genial,
profesor triunfal, improvisado y entrañable.
Venga, ¿cómo es posible que todas estas frases
que no saben de ella
hoy nada más que me hablan de ella?
Pongo la radio y tomo válium. Es muy curioso.
Goethe diría que no somos
más que tu gran herencia. Cómo crece el silencio
cuando la muerte
es ya definitiva.



miércoles, 18 de febrero de 2015

A debida distancia

Ante el amor, y ante el mar descabellado,
ha de mantenerse uno a debida distancia.
Como en otras navegaciones, si te encuentro
dejo pasar la espuma, me pongo de pie
y me tiras,
duele la sal.

Pero creo que cuando estás lejos
echo en falta a los peces voladores,
me inunda tu recuerdo mansamente,
tu cabello mojado
y balbuceo tu nombre en este poema.

miércoles, 11 de febrero de 2015

Los pájaros

Esta mañana dibujé pájaros hondos
                                como quien dibuja
                                        flores consoladoras y aliviantes.

Me lo dijo José Watanabe,
que Hokusai -a veces- compraba pájaros
para liberarlos.

Hitchcock, en cambio, los amaestraba
para que Tippi Hedren corriera, con sobresalto,
con las manos ensangrentadas.


Mis pájaros son otra cosa. Me siento cálido.
La libertad es encontrarse la vida
en la transparencia del aire,
sin intermediarios.
Al mirarlos
ya jamás volverá a ser el mundo como era.


miércoles, 21 de enero de 2015

Bosque

No se siente más voz que la tuya.
Me llamas al bosque y te repites
guía de un mundo que no es este.
Cae la noche
y un olor extraño cae
y un reflejo cae.
Tus pasos cierran puertas-trama.
Todo lo que conocemos
es una puerta en lo oscuro.
Podemos internarnos en el bosque, podemos
rumiar los instantes color lavanda.
No tardamos mucho en sentir cada fleco de nieve
en las yemas de los dedos,
igual que un poema de Denise Levertov.
Yo imagino que soy un pintor, me digo.
El barco zarpa sin ti y sin mí
pero lo que fuimos nunca se marcha.
A menudo respiramos el aire
de la flor invisible de la dicha
enterrada en las matas de muérdago.
Una sombra indica el camino. Eres tú.
Llena de nuevo mi vaso
y hablemos del presente, de noches solas.
El licor de tus ojos es mi antídoto
contra las lágrimas.
En tus cabellos encuentro
el hechizo del universo. Es así de sencillo.
Me has hecho olvidar sin dolor.
Adoro los arroyos y la música que creas.


miércoles, 7 de enero de 2015

Canción Ophelia

Es fácil de entender que tus tristezas
hacen girar la rueda,
Ophelia. Todos los barcos zarpan sin tus ojos
que duermen en el bosque,
Ophelia. Puedo olvidar la rama que has roto
pero jamás tus labios,
Ophelia. Olas de oscuridad, tibias, nos cubren.
Hay noches de gigante,
Ophelia. A menudo las cosas solo son
si las inventas. No huye quien no sabe huir muy lejos.  
 El vértigo amansa a las fieras.  
Jamás recuerdes nada que no quieres.  
Difícil, cicatriz tras cicatriz,
saber callar a tiempo,
Ophelia. Y tus llaves no abren un abismo
ni buscan medias curvas,
Ophelia.
A ti que ordenas humo
yo te lo ofrezco todo,
Ophelia. Algunos días duran muchos días.
Lo imposible sucede,
Ophelia.

viernes, 2 de enero de 2015

Marisol ve pasar los lienzos

Marisol ve pasar los lienzos impenetrables,
arden como el petróleo algunas veces
con más profundidad que las palabras.
Ella está claqueando intimidades,
escucha cuando el frío le resbala
musicales de Broadway con rumores sin nadie
mientras se dice:
Si quieres descubrir bosques no sigas
el temor de alejarte.
Y ve pasar los lienzos sorprendidos y dulces.

Lienzos que cruzan verjas y pasillos.
Lienzos que nos liberan al atarnos.
Lienzos que no vendrán cuando los llames.
Lienzos sin equipaje. Lienzos guía.

Marisol ve pasar los lienzos que tachan sombras.
Duerme pensando en ellos. Deja ánades lentos
en las manos de un lago.
Marisol ve pasar lienzos de luz camuflada.
Cierra los ojos sin dudar que existen.
Y ve pasar los lienzos. Cada noche pasan lienzos.

martes, 30 de diciembre de 2014

Sedentarismo, apunten, fuego

Hay verdades como camaleones y hay pasiones que a veces se terminan. Los lugares no significan lo mismo para todo el mundo. Soy las ciudades cargadas de paciencia que son exactas a mi memoria. Mi cuerpo está entre las verdes montañas de Ramales, el corazón en el café D'Hauteville de París, la mano derecha en El Astillero, la izquierda en la playa de los Locos de Torrevieja escribiendo versos que nunca fueron tu tesoro, la vista en el color dorado de la Plaza Cataluña en Barcelona donde no ha dejado de brillar el sol o en el Parque Güell con boca de caimán, mis labios sin vértigo en las tardes de La Laboral, una en concreto, el olfato que es la memoria involuntaria en el perfume de tiempos pasados y ciudades lejanas. En lo que tiene que venir. Es así, tan sencillo. Quien me conoce me busca en lo que no sabe de mí. Me gusta la dicha de ver extraordinarios escondites que no guardan las distancias, de oír, de escribir a lo perdido, de vivir el tú y el yo.  Converso con iluminaciones, con cafés distintos y no tengo ninguno tachado. Es fácil de entender. Me paro como Alberti frente a un árbol de mi casa para escuchar segundos rojos y lo veo por primera vez porque nunca lo había visto. Me atraen los mágicos dibujos con aves que vuelan como yo porque así te busco a ti, las rutinas que rompen las paredes con su risa si las juzga la anaconda del día con su interrogatorio. Vale la pena luchar por cualquier primavera. Al final de la noche siempre hay tantos viajes que no se arreglan. Pero yo tengo un confort despegadizo. Esa es mi verdad. No tengo heridas en desiertos que fueron ríos. No te engañes. El diluvio de futuras capitales de la alegría. Los acordes de nuevas carreteras. Mi asombro y escombro. Eso no, vida mía, eso no voy a dártelo.


lunes, 24 de noviembre de 2014

Placeres de una tarde en la isla de Mo

Después que las parejas fugaces se marcharon
del parque de Baemigumi, en la isla de Mo,
salieron barcos de sueño con momentos felices
en los que no hemos de embarcar nunca. Qué hago aquí.
Qué estoy haciendo contigo. Qué haría sin ti.
Siempre fue un placer compartir largas horas contigo
sentados en la escultura de Lee Il-ho,
ver cosas que no están en el mundo.
Era una imagen de gran hermosura.
Todos llevamos un monstruo, de calma inquieta,
el eco de numerosos rostros amados que permanecerán
entre los pliegues de nuestro parque de esculturas
-pensamientos limpios de maleza.

Quisiera cerrar los ojos, dejar los sentidos
y la consciencia, para sentir tu cercanía,
tu mano fría y descuidada.
Tú reirías un poco y dirías:
"Mis manos están espantosamente congeladas" o
"Parece que no se puede tener las manos enlazadas
en este parque".
Como si eso importara... como si eso importara.




martes, 4 de noviembre de 2014

Muertes

No tenía ni idea
de que Van Gogh
también moriría un día triste
y después el joven Caillebotte
y el postimpresionista Gauguin navegaría
en una barca caoba
y Bonnat
y Léon Bakst.

Me dijiste hace un montón de años
que el arte no muere nunca,
da vueltas en la cabeza,
no se deja aplastar bajo ningún concepto,
te ataca desde dentro.

Continúan en su cuartito de locura
en plan tranquilo, brutales y valientes.
Ahí van de nuevo Van Gogh
y Caillebotte y el postimpresionista Gauguin
y Bonnat y Léon Bakst,
un día se fueron en un bote sin remos
pero, personalmente, creo que quedaron
flotando en el agua del tiempo,
de costado,
con los ojos todavía abiertos.
Enterraron un tesoro al cavar su tumba.


jueves, 30 de octubre de 2014

Mi gato, el pintor

Mientras estoy sentado con mi portafolios
mi gato Kim Ki Duk
se sienta dentrás de mí
social y gratificante
para dar una fiesta de colores.

A veces gime, gruñe,
se pega el encontronazo conmigo,
me araña y sangro,
me pregunta airoso dónde está,
genuinamente
oriental.

Dibuja dibujos de gato, o pone énfasis sin dibujar
como hacen los gatos despiertos.
Hay grandes gatos que lo son
cuando tienen el poder entre las garras.
Me llegan sus cuadros como pedradas de arte.
En mi gato Kim hay surrealismo,
criminales condenados a muerte,
prostitutas, puertas azules,
vanguardia, ambigüedad.

Ahora mientras lo observo
él pasa por el borde de un cajón
abierto,
entre diferente y respetuoso,
y se aparta de un brinco.
Le salen las prisas por hacer
una pelota con mi poema
y tirarlo a la basura.


viernes, 24 de octubre de 2014

Un hombre afortunado

No pude asistir estos días a las presentaciones del nuevo número de la revista literaria Anáfora, pero sigo dándole vueltas a mis escritos. En mi memoria involuntaria surges tú, y mi libro Lienzo renovado, renovador, sobre artistas y obras de índole universal que va repartiendo mi vida en porciones, en sueños pintados. Ayer, al ir a leer en el café Riesgo, subrayo estas frases en un libro de Benjamín Prado: "En el otoño de 2008 yo no me encontraba muy bien. Acababa de salir de una relación infernal con una chica a la que, desde entonces, Joaquín, yo y todos los que nos rodean, llamamos, simplemente, Virgen de la Amargura". Habla Benjamín Prado en su Romper una canción de aprovecharse de las desgracias y escribir contra las ex-novias de uno. Así están las cosas, pero no obstante, no nos descuidemos en el amor. Entre el ruido de las Vírgenes de la Amargura -como él dice-, por los huecos de las persianas medio bajadas, siempre entran realidades con sol cuando desertan los electricistas. Soy un hombre afortunado. Yo respiro en la calle un tornado de impresionismo. Todos los sitios acaban llevando a tu sitio. Nova de octubre, risa entre la gente, te busco en todos los charcos. Levantemos la mirada del teléfono: desde una de las ventanas, alguien nos observará, nos hará señas exclusivas, nos indicará que subamos.







miércoles, 22 de octubre de 2014

Lo que Yasunari Kawabata nos dijo al oído

                           1

                  Estoy contigo.
               Suavidad femenina
                    al abrazarte.


                           2

                    Fijo la vista
                en los rostros ajenos.
                   Tu rostro veo.



                          3

                Desde la escuela
               una niña me canta.
                 Color de otoño.


                          4

                Muchas libélulas
             por aquí y por allá.
                Todo desnudo.


                         5

               En Kii hace frío.
              Preparo arroz y sopa.
               Nieve en el pelo.


                         6

                 -Adiós. Adiós.
              Los hombros empapados.
                    Intensa lluvia.



viernes, 17 de octubre de 2014

Adolfo Serra

Adolfo Serra,
ocre levísimo, insecto de luz,
el trabajo se renueva todos los días,
la semana ilustra los espacios,
el hombre mueve sueños pintados,
el hombre inconfundible
que gira con las ruedas de la ocurrencia.

Adolfo Serra, Freud en el diván,
rostros desaparecen,
fugitivos pasos,
el espíritu del bosque
realquilando tu casa.

Entre el loco y el fanático, está el genio.
Casa de al lado, abc,
la memoria empieza por la infancia,
la energía te entra por las manos.
Adolfo Serra, artista minimal,
autodisciplinado.
El cuadro sin ti es solo un cuadro.


viernes, 19 de septiembre de 2014

Sabes quien soy

Sabes quien soy si sabes que me gustaría que hiciéramos las cosas
que mis poemas dicen cuando no tienen nada que decir.


martes, 16 de septiembre de 2014

Melancholia. Haikus para una recién llegada





                                                   Miro tu cuello
                                                  rebelador con be.
                                                     Perplejidad.



                                                   Un hombre pinta
                                               la eternidad doméstica.
                                                     Es Caillebotte.



                                                    Deprisa el mundo
                                                 sin tiempo para verte.
                                                      Flor del arcén.





                                                       Sale en la tele
                                                   el danés Lars von Trier.
                                                        Melancholia.



                                                        Solo tus ojos.
                                               No hay lumbre más ardiente.
                                                       salvo Antares.



                                                       Así que es esto.
                                                    El color a incendio
                                                        de tu arboleda.




                                                          Casualidad:
                                                       la luz de supernova
                                                       alumbra un rostro.



                                                       Con tu mirada
                                                      de Lolita perdida.
                                                     Por fin te encuentro.