jueves, 16 de septiembre de 2010

Quemar los días

1
Soy observado
desde distintos puntos.
Y soy su suma.


2
Fila tras fila
los rostros se volvieron
para mirarla.


3
Hoy la ciudad
es como una galaxia.
Incertidumbre.


4
En la distancia,
aunque nadie la oiga,
aquella música.


5
Una vez y otra
yo recitaba versos
en mis adentros.


6
En el otoño
volvimos muy cambiados,
entre murmullos.


7
De noche el mundo
parece muy distinto.
Me desoriento.



8
Más de las once.
Mientras vuelo es el cielo
un mar de estrellas.


9
Miré al frente,
entre el viento y el ruido.
Los flaps bajados.


10

Hacía frío.
Las huellas de los neumáticos
se iban borrando.


11
Sobre Marsella,
a unos treinta mil pies,
solo las nubes.


12
Cerca del sol
surge en el horizonte
como una mancha.


13
Por la avenida
contemplaba los coches.
Nada que hacer.


14
En la ventana
un día parisino
se desvanece.


15
Viene una música
repentina y feroz
a medianoche.


16
Dejó su huella
perdurable, segura,
en mi memoria.

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