lunes, 20 de septiembre de 2010

Por primera vez



Me gustan los Adanes y Evas que no se aburren de sentirlo todo de todas las maneras y se refugian en el coraje. Me gusta la gente insomnio y primicia que no echa nada de menos porque todo viaja dentro de sí mismos. No puedo dejar de leer los Diálogos de Jorge Luis Borges y Osvaldo Ferrari: conversaciones que fluyen (como se advierte en la contraportada) a través de ellos o a pesar de ellos. Aquí dejo unas líneas pertenecientes al epígrafe "Macedonio Fernández y Borges", que a mí me interesa especialmente:

-Yo recuerdo que usted ha comparado con Adán a dos hombres.
-Es cierto.
-A Whitman y a Macedonio.
-Es cierto.
-En el caso de Macedonio, por su capacidad para pensar y resolver los problemas fundamentales.
-Y en el caso de Whitman, por el hecho de, bueno, de descubrir el mundo, ¿no? En el caso de Whitman, uno tiene la impresión de que él ve todo por primera vez, que es lo que debe haber sentido Adán. Y lo que sentimos todos cuando somos chicos, ¿no?: vamos descubriendo todo.


Jorge Luis Borges, Osvaldo Ferrari, Diálogos, Editorial Seix Barral, 1992.

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