jueves, 30 de septiembre de 2010

Las horas apacibles

1
Donde yo vaya
París me seguirá:
es una fiesta.


2
Hágame sitio
me susurra la vida.
Y conversamos.


3
Algunas veces
quiero romper la vida,
quiero ser otro.


4
Ahora llueve:
cerramos las ventanas.
Fin del otoño.


5
Lejos un perro
aúlla solitario.
Luna redonda.


6
Ya desde lejos
desde aquel bulevar,
se alza una fuente.


7
En Astillero
el sol baja rodando
sobre la ría.


8
Tomo café
y me imagino el alba
en otro sitio.


9
En Nueva York
renacimiento efímero
que no descansa.


10
Lejos mi tierra
y, no obstante, qué cerca.
Yo no la olvido.


11
Yo no deseo,
no busco, no imagino
más que la vida.


12
El aire es calma,
poniente vaporoso,
iluminado.


13
Allá en un banco
la luz de atardecer
sobre mi hombro.


14
Soy siempre el mismo,
me siento siempre yo
tal como quiero.


15
Le dejo al cielo
sus tormentas y rayos.
Viento del norte.


16
Miro de nuevo
las cosas positivas.
Caigo en la duda.

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