viernes, 10 de septiembre de 2010

Curarse en salud

Los fantasmas, extraños e inquietantes, no necesitan curarse en salud. García Martín me comenta en la tertulia de hoy que no deja de darle vueltas al título de mi blog, incluso en aquellos lugares más recónditos e imprevisibles, como un hospital. Yo, por mi parte, considero que estos fantasmas míos son pálidos, escépticos y, sin embargo, vibrantes de vida. Como admitía Pessoa: "Sólo mis amigos espectrales e imaginados, sólo mis conversaciones resultantes del sueño tienen una verdadera realidad y un justo relieve, y en ellos el espíritu está presente como una imagen en un espejo".

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