sábado, 11 de septiembre de 2010

El viaje a Roma

Leo El viaje a Roma, en palabras de su propio autor Alberto Moravia: "una fábula en la que la moral tradicional es sustituida por la moral freudiana". Ya en las primeras páginas su protagonista, el estudiante y poeta en ciernes Mario de Sio entabla una conversación de compañeros de viaje con una desconocida, en el tren que le lleva en busca de su padre. "Qué va a hacer en Roma? -¿Cómo qué voy a hacer? -Quiero decir, ¿qué hace habitualmente? ¿Qué es? ¿Estudiante? Y aquí hubiera tenido que contestar que, efectivamente, era estudiante, pero en cambio, de pronto, de manera ridícula, me salió una cosa que nunca le había confiado a nadie y que, por añadidura, ni siquiera era verdad: -Soy poeta. Yo esperaba, confiaba en volver a hacerle sonreír, indulgente aunque irónica. En cambio, dijo, seria, -¿Poeta? ¿Qué actividad es ser poeta? Y además, ¿por qué proclamarlo? Un poeta escribe poesías pero no va por ahí diciendo que es poeta. Sentí que me ruborizaba y me apresuré a corregir: -En realidad, no escribo poesías. Hasta ahora no he escrito ni una. -Entonces, ¿por qué dice que es poeta? me daba cuenta de que con esta pregunta ella apuntaba a lo que yo consideraba la justificación secreta y nunca confesada de mi vida. Una vez más, sin embargo, prevaleció el impulso de confiarme: -No escribo poesías, pero me considero poeta porque me identifico con un poeta que ha escrito todas las poesías que yo hubiera querido escribir y, para colmo, infinitamente mejor de como hubiera podido hacerlo yo".


Alberto Moravia, El viaje a Roma, Ediciones Grijalbo, 1989.

No hay comentarios:

Publicar un comentario