lunes, 27 de septiembre de 2010

Una invitación

Leo en De camino a Babadag, de Andrzej Stasiuk, una leyenda tan disparatada como hermosa, pues me hace reflexionar acerca del paraíso: "Justamente el día en que el Señor repartía la tierra entre los pueblos, el moldavo se quedó dormido. ¿Qué va a ser de mí, Señor?, preguntó tristemente. El Señor miró desde arriba al adormilado y preocupado moldavo y se puso a pensar pero no se le ocurría nada. La tierra estaba ya distribuida y, en calidad de Dios, no podía cuestionar sus propias decisiones y menos aún dedicarse a reasentamientos. Finalmente hizo un gesto con la mano y dijo: Bueno, qué se le va a hacer. Ven, te instalarás conmigo en el Paraíso".


Andrzej Stasiuk, De camino a Babadag, Acantilado, 2oo8.

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