A lo largo del tiempo, has batallado
la perpetua riqueza de la gloria.
Bajo rostros distintos, has luchado
en lugares perdidos por los siglos.
Después de la fatiga de la guerra,
has sucumbido frente al gran ejército:
el tiempo que con calma todo arrastra
al solar donde habita la ceniza.
Después de perecer en el olvido,
resucitas, ilustre, en los anales
de la estatua inmortal de la memoria.
Muy buen poema. Felicita a Jose Luis Sevillano de mi parte; me ha encantado!!!
ResponderEliminarA ver cuándo regresas, y lo felicitamos juntos.
ResponderEliminarTe mando el poema en la última versión.
ResponderEliminarGracias.
Muchas gracias a los dos.
ResponderEliminarMuchas de nadas.
ResponderEliminarNo recordaba ya ese poema de míster JLS. Os copio uno mío del mismo tema. Un abrazo fuerte a los dos.
ResponderEliminarMONUMENTO AL SOLDADO DESCONOCIDO
1
CAMINANTE casual que te detienes
cobijando estos versos con tu voz,
no te engañe el metal que me da forma
ni este molde de espanto. No te engañe
tampoco mi tamaño, no mis brazos
tan fuertes como el miedo de los héroes.
La muerte me tumbó con un soplido
y dio al suelo mis años en añicos.
2
PERO espera, no bajes aún la vista
y escucha lo que tengo que decirte
—bajo tierra retumban las palabras—.
Yo era joven, quizá más que tu ahora,
y perdí cuanto amaba en la batalla.
A cambio sólo obtuve los segundos
de aliento que concede este poema
cada vez que es leído. Dame vida.
3
¿CONOCES, caminante, la razón
de por qué en la escultura que ahora observas
mi rostro se ve liso, no esculpido?
Si arrancaras el bronce de la hierba
y después extrajeras mi ataúd,
no podrías mirar. Buen caminante,
se yergue frente a ti en mi rostro ajeno
la terrible verdad de los espejos.
Rodrigo Olay, de Cerrar los ojos para verte
Muy bueno. José Luis ha aprendido la lección de la poesía inglesa para darle su propio perfil.
ResponderEliminarEl caso es que es un auténtico honor tenerte por aquí Rodrigo. Gracias por el adelanto de "Cerrar los ojos...".
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, José Luis. Después de la española,la poesía inglesa es mi debilidad.
ResponderEliminarUn abrazo.
O -mejor así, ¿verdad?- tu fuerte.
ResponderEliminarUn abrazón,
R