sábado, 18 de diciembre de 2010

Apunte de una tarde


Papás noeles disfrazados de motoristas. Este mundo es, parafraseando a Serrano, disparatado y maravilloso. Llego a Oviedo, con su luz y su frío sin rumbo. Acabo un borrador en La Corte. Cojo en préstamo “La tentación del fracaso”, del peruano Julio Ramón Ribeyro. Un diario íntimo que abarca casi cuatro décadas. Charlo luego con García Martín en Los Prados sobre libros y futuros. Antes de volver compro en una librería de viejo “En el balneario” de Hesse y los “Sonetos” de William Shakespeare, con prólogo de Luis Antonio de Villena. De vuelta, el espejismo de la ciudad mientras me alejo, tarareando una vieja canción. Sigo vivo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario