jueves, 17 de marzo de 2011

La cosa en sí

El peso de un nuevo día. Y hoy apenas escribió uno todo lo que debiera. O sea, que ni siquiera pudo uno hacer balance de lo que había vivido. Porque en realidad vivir es escribir, y escribir -no menos importante- es pensar, cierto, da igual cómo se mire. Va a tener razón M. y quizá trabajo demasiado. He hecho, sin embargo, anotaciones, subrayados, todas esas cosas que un escritor desea para sus libros. Al llegar a La Corte, una vez más, le espera a uno un café y un vaso de agua encima de la mesa. Cuestión de la edad y cuestión de tiempo pues uno lleva viniendo aquí algunos años (ya ha llovido). Me pongo a leer La cosa en sí, de Andrés Trapiello y el libro ilumina al café. Un autor, este leonés, tan bueno como ambicioso al que nunca me cansaré de leer. "Cuando te da por un autor, te da de verdad" -me dice un amigo al que tengo afecto y simpatía-. "Primero Umbral, y ahora Trapiello", añade. Sí, primero Umbral y ahora Trapiello, me digo luego, y sigo siendo feliz, igual que lo fue Pessoa, escribiendo sobre esto o sobre aquello.

2 comentarios:

  1. Me alegra que te guste Trapiello. Respecto a lo del Sábado sobre las 22:00, en la orilla del Manzanares, mi más sincero pésame.
    Un abrazo.

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  2. Es un grande. No tengo yo tan claro que perdamos. Veremos.
    Abrazos.

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