viernes, 4 de noviembre de 2011

Nervios

Cuando nací el médico me dijo: "¿Nervios?". Y yo le contesté: "No, a mí de eso no me ponga". Parece ser que uno es poeta sin interrupción, constantemente (o, al menos, lo intenta). Esta tarde haciendo el ser humano admití no tener nervios en el aula. "Somos desconocidos", susurré al docente. Pero en realidad no es tanto así. O sí. O qué sé yo. El caso es que cada día me entusiasma más acudir a estas clases como Jack Shepard acudía a su isla: descifrando enigmas, buscando la paz y su equilibrio, charlando con Kate, Sawyer, Sayid, Charlie o Claire. Todas y cada una de mis compañeras están sembrás y se instalan en las alacenas de mi optimismo. Tienen inquietudes. Sigo leyendo, de vuelta a casa, a Gioconda Belli y se me ocurre la idea de comenzar un poema bajo el título de "Todo lo que soy". Sé que quedará bien en estos tiempos convulsos para la poesía, en que uno trata de aferrarse a una Estrella Polar para que le oriente. Sé que las cosas van a ir bien, como le dije a X, no hace tanto. Y yo te miro a ti. Y todos los tesoros desembocan en tus ojos Sé que algún día lograré hablar contigo en clase si me esfuerzo. La timidez y yo..., soy un desastre... ¿o será el universo de mis nervios?

No hay comentarios:

Publicar un comentario