domingo, 6 de noviembre de 2011

Km 0 y plagio

Me gustaría con sigilo tener al alcance de mis manos un poema sobre Goya que aún no he escrito a partir de estas citas: "Solo después del Holocausto comprendimos a Goya" (Tzvetan Todorov), o, "Goya fue un pensador tan importante como Goethe, Dostoiewski o Kant" (De los periódicos). Mi dejadez habitual o el tiempo giratorio me han impedido elaborarlo. Me encantaría cautelosamente continuar con El asceta febril viaja a Nueva York (donde nunca estuve y visito a menudo desde mi ventana de arena), son apuntes relacionados con la ciudad y homenajes a escritores que hablan de sus calles. "Es Nueva York cultura de edificio, calor de asfalto". "¡Puente de Brooklyn. Él me sujeta a Whitman, a la utopía", dicen algunos de ellos. Es una lástima. Luego, al leer verdades duras en la prensa, Zutano elogia al Mengano suyo (como diría mi Benedetti) y digamos que me da por divagar y recordar que por muy linda que sea Nuria Roca seguiré creyendo -no sé si alguna vez te lo dije- que me  disgusta su prosa. Pero hay gente para todo. Y está bien que así sea. Otro tema recurrente: no recibo reforzador de I a mi sms sobre el plagio (aquellas bellas palabras de Martín López-Vega que a mí me interesan y me molesté en buscarle). No estará acostumbrada a buenas charlas con compañeros, pienso. Es todo psicológico. No me preguntes por qué, pero es así. Como buen conductista, es obvio, no me cuesta decir la verdad ni hacer lo correcto. Me decantaré por la extinción de sms. Es bueno tener sanos propósitos. "Me gustó tu intervención en la clase de DDC", me dice simpática y transparente E. Y yo cuelgo una sonrisa en mi rostro y le respondo: "No estuvo mal, y trataré de mejorar mis futuras intervenciones". Trataré de mejorar mientras sigo trabajando, por último, en mi poema "Todo lo que soy": "Y Dios me hizo escritor / de talón de Aquiles, / sangre, / manos que suenan íngrimas. / De verso libre / y afán de certidumbre / y buenos ojos / y vaivenes / y me obsequió caballos-de verdad-/ pues galopaban por mis venas". Es otra de las cosas que quiero tener al alcance de mis manos ahora que "Fantasmas hospitalarios" supera el escalón de los 17.000 pasajeros desde su Km 0. Es mi Ogigia particular. Me siento, como ya dije, un Ulises invencible en busca de su ansiada Ítaca. Y estoy feliz, como siempre estuve.


No hay comentarios:

Publicar un comentario