viernes, 25 de noviembre de 2011

Decisiones difíciles

El viaje persiguiendo al sueño es lo que da verdadero valor al sueño. Me levanto tarde recapacitando sobre la clase que tengo que dar de La Celestina, y la reescritura teatral que hizo (no hace tanto) el poeta granadino Luis García Montero. Debes sintetizar, me dicen mis amigos. Sigo empeñado en darle carácter poético a mis clases, que el joven alumnado recapacite y tome conciencia. Que sepa que no todo está perdido sino todo por hacer. Nada está escrito, la historia no termina. Reúno mis notas. Les doy mil vueltas. Quizá sea una buena analgesia escribir estas confesiones. Qué sé yo. El sol amable y su luz queman mis sienes. Luego llego al café y, envuelto en las noticias de la mañana, observo a los estudiantes de Santiago de Chile exigir sus derechos y luchar contra las sombras mientras nosotros, desde aquí, exigimos los nuestros que tiemblan en mi pecho. Me pongo manos a la obra con mi nuevo proyecto de poemario, es una apuesta personal arriesgada, una decisión difícil. Quisiera trabajar por completo la obra de Lorca: su poesía, su teatro, y aquella de algunos de los escritores malditos de la literatura universal. Seguiré fiel el libro Lorca, poeta maldito, de Francisco Umbral, que me dará sugerencias y me orientará como Estrella Polar. "El poeta maldito", dice, "es un desarraigado, un desclasado, un ser que sufre complejo de destrucción, y hace de ese complejo y esa autodestrucción su obra de arte". Aunque me autodestruyan un poco las dudas y los sueños con voluntad voraz me sé un privilegiado. Hoy es siempre todavía y pensaré en ti que estás como una dalia en el arcén. Voy a tu encuentro. Estamos vivos.

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