domingo, 20 de noviembre de 2011

Puro invierno

Así que el invierno

era esto.

Despertarse sin pegar ojo

con un suave sobresalto,

con mis ganas de levantarte el ánimo,

de saltar los charcos

y sortear a la serpiente

que rompe la mañana.



A veces, ya te lo dije,

no dejo de ser el peor hombre.

Todos tenemos algún error maldito,

aquel del que huyen supernovas,

palabras de afecto nunca dichas,

risas congeladas, la charla

que nos salva del naufragio.



Así que el invierno era esto,

la angustia de escarcha

que anida en el pecho,

salir sin abrigo

con todos los errores del mundo

entre mis sienes,

como buscando a lo lejos un consuelo,

la calma para escribirte

el poema que aún no te he escrito,

un taxi vacío quizá.



No sé qué decirte

en este invierno inmisericorde.

Nadie recuerda uno tan frío como éste,

lo decia el poeta.

Así que callo,

insomne y asustado,

con el frío que entumece mis párpados

en este domingo de elecciones y de rumbos.

Y así, pendiente de partes meteorológicos,

busco la estrella de los vencidos

y tu futuro.

Todo empieza y acaba en ti.

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