miércoles, 14 de diciembre de 2011

Sueños de un hombre

Días de ser hombre despierto de las doce y cuarto de la mañana (un medio ser de Ernesto Sabato o de Galeano). Días de ser hombre despierto, de obstinarse en vivir, de mi sentido y tu sensiblidad olvidadiza y prudente. Hoy, miércoles, escribo en La Corte, mientras diciembre ahuyenta las palabras frías del invierno, que no ha llegado, y el eje de mi narración es lírica como siempre acostumbra a ser. Son horas en que todo sabe a una hermosa muchacha que pasa tras la cristalera y se callan los soles. Días de pupila abierta y nuevas amistades. Días de senda y de futuro, de estrépito de andamios, de políticos que se ausentan, de un desastroso sistema financiero. Ser dos hombres en uno. El que escribe y el que siente. Entre sentir y expresar, ya lo sé, hay un abismo. Me consuelan tus veintitrés que están llenos de palabras (aunque tú no lo sepas). Me consuela la literatura. Me consuela cualquier charla que esté entre dos paciencias (no hay distancias). La verdad es que de hombre despierto (Sabato / Galeano) se está bien. Llego a casa con unos versos en la cabeza: "Puede oírse el amor junto a tu cuello. / La ciudad sumergida nos espera". Es tiempo de soñar y de cartas repartidas.

1 comentario:

  1. Un hombre, con abismos, pero con sentir obstinado que expresa y consuela. Un hombre.Siempre.

    Gracias.

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