Lo que escribo en mis páginas no es una confesión. ¿A quién podría yo confesarme? Solo cuento lo que me interesa contar. Digo lo que quiero decir. A ser posible: un paseo contigo por el Fontán que se va quedando con nuestras huellas; o nuestros ratos de energías y vaivenes; o de años más o menos sonámbulos; 0 de historias efímeras que creemos y descreemos, y se quedan, lo sabemos, allá lejos.
Me encanta :)
ResponderEliminarYa te sigo por el blog también.
Besos
(CarIzdo)
Muchas gracias, Carmen. Me alegra que también aguantes mis ataques de romanticismo aquí en Fantasmas...Un auténtico honor.
ResponderEliminarUn beso