viernes, 2 de septiembre de 2011

Harto

Qué suerte sonreír al sobrepasar los treinta años, al pie de cada verso. Qué suerte no haber sido un hombre triste ni haber buscado una taberna donde arriesgar mi nombre. Qué suerte el pequeño paraíso de mis fantasmas y de mi Alicia. Qué suerte poder vislumbrar tras los cristales un amor, el nuestro, que no existe. Tengo una gran suerte que me une al futuro de relativizar tanto el éxito como el fracaso. "Soñar no cuesta nada", se decía Gioconda Belli. "Le aconsejo soñar, / y no permitir que nadie lo convenza / de que no sigue usted siendo dueño, al menos, / del inmenso poder de su imaginación". Y en esas ando. Nunca he sido dado al correo electrónico pero recibo un sms de X (José Luis García Martín). Y como uno sigue sin saber leer los silencios, responde con la certeza de quien no es una sombra deudora. Seguro que X (insisto, José Luis García Martín) sabrá valorarlo.

Resultó muy agradable la lectura en la casa del verso. A ver si puedes leer tú la próxima vez.
Un abrazo JLGM

Resultaron muy extraños estos siete años en Oliver en los que no se valora el trabajo. No leeré la próxima vez, y seguiré con mis fantasmas. Estoy "fuera", como siempre estuve. Un abrazo fuerte. MAG

Hoy me siento como un árbol que se supiera hombre. Tengo el pasado a mis pies. Sigo adelante buscando una isla perdida sin mapas ni tesoros mientras escuchas mis idas y venidas. Hoy es siempre.

2 comentarios:

  1. Se puede decir más alto,pero no mas claro...(Rey de Ébano)

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  2. La guardia sucia hará fuerte este tu Vaticano de la fe en el arte y la verdad, y mantendrá a raya a los herejes.
    (Eduardo Iván González)

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