viernes, 30 de septiembre de 2011

El viejo tacto

Todo es como entonces. Y una mujer es un mundo.

Mi pensamiento sale flotando hacia tu imagen, como si fuera un astronauta.

Lo sé. Astillero es para mí la luna.

Risa rima contigo.

Los dioses dudan si me quedo en tus labios benditos y con el desierto de tu piel.

Son demasiadas cosas pero el sueño se conjuga en presente. Voy a tu encuentro, brillante y humano.

En tus ojos caben atropelladamente todas las tristezas del mundo. Y ya lo siento.

Reniego de los olvidos compartidos.

Lo confieso. En tus ruinas humeantes continúo hecho un lío. Vendrán tiempos mejores.

Deja de darle vueltas a la vida. En el horario de los bares dicen que son dos días.

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