Para quién brotan / tus palabras nocturnas. / Hiedra y silencio.
Persigo luces / cargadas de pasado. / Ya las conozco.
Cantan las hojas, / baila un árbol de espanto. / No sé tu nombre.
Nunca te vayas / de este minuto nuestro. / Cortas la vida.
Tras de tu nombre / y tras de aquella puerta / tu lealtad.
Abre el balcón / y asómate a las Ramblas. / Allí estoy yo.
Contengo amores. / Yo sé que son tantísimos. / Por ellos canto.
Como tijeras / en las manos de un loco, / todas las sílabas.
Hay muchas veces / que en algunas palabras / crece la hierba.
Cruza la noche / con pasados que vienen, / y apaga rostros.
No me había dado cuenta de la etiqueta "Piedra para soñar"; ¿estamos ante un libro de haikus?
ResponderEliminarUn abrazo
Sí, para un futuro perfecto. Quién sabe, si uno hace 800 haikus, puede que treinta o cuarenta estén bien. Ya veremos.
ResponderEliminarAbrazos, José Luis.