domingo, 5 de junio de 2011

Ensueño

Uno se encuentra con A. y le ve entusiasmado con su viaje a Alemania. Tan solo estará tres días, pero todo viaje, por breve que éste sea, puede convertirse en el mayor de los paraísos, imagino. Continúo con Las cosas rotas y otras 60 odas elementales, de Pablo Neruda, cuya selección hace Jaime Quezada. Un buen libro, con grandes poemas del poeta chileno. Acaso se me pegue algo. "Tienes toda la razón cuando hablas de despertar cerrando los ojos", me dice luego Mrs Lovett. Leo el fragmento No toda es vigilia la de los ojos abiertos, de su diario, y me viene a la cabeza un diálogo del poeta Seamus Heaney y Borges, en el que éste le responde: "Cada mañana, cuando despierto, recuerdo sueños y los grabo o los escribo. ¿Estoy soñando ahora? ¿Quién puede saberlo? Nos soñamos unos a otros todo el tiempo". Sí, es cierto lo que dice Macedonio Fernández en su ensayo: las imágenes de un ensueño tienen nitidez y vivacidad, como las del vivir. Los estados de la vigilia acostumbran a ser más débiles y menos emocionantes que los del ensueño. Y es que un ensueño, pienso ahora, vale más que mil vigilias. Rueda el tiempo. Sigo estando a ojos bien cerrados pero eso no me impide ver el mar de ayer en San Lorenzo a pesar de la niebla, observar dos veces tus ojos nunca vistos o soñar a nado tiernamente desde mi buhardilla, igual que el viejo Benedetti. "Así me llamen permanezco / muslo a tu muslo / boca a tu boca / quiero quedarme en vos".

2 comentarios:

  1. "El ensueño es tan largo o más que la vigilia" dice Macedonio Fernandez. "Todo pensar, todo imaginar, recordar y prever es ensueño, y esto ocupa parte principal de la vigilia, en tanto que en el dormir nada hay de vigilia y sí de ensueño, y en muchos instantes de la vigilia caemos en el soñar vivaz en que imaginamos, actuamos y sentimos con la intensidad del ensueño en el dormir."

    "Vigilia,no lo eres todo. Hay lo más despierto que tú: la mística.
    Y ensueños entre párpados recogidos."

    Interesante esto del mundo de los sueños... si finalmente estamos hechos del mismo material que ellos...

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  2. Cierto, eso parece. El caso es que, ya lo admitía Bécquer, es un sueño la vida, pero un sueño febril que dura un punto...

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