jueves, 20 de octubre de 2011

Tal vez hago de mis poemas un trayecto, tejo con tu rostro una luz

Me digo y me repito:
buenos días poema.
Y entre silencio y silencio,
entre hoja y hoja
escribo con mi tinta
tu rostro, tu misterio
en el tren de las diez de la noche
de un jueves en que ya te sueño.
Me digo y me repito
-debo dejar constancia-
abrígate, mi amor, no cojas frío.
Veo lo que no ves,
me asalta lo que tú no sabes.
Una cerveza, dos, o tres,
tu rostro no es tu rostro,
es un beso que llega del pasado.
Escribo para que me leas,
por despertar cierto interés
a su debido tiempo.
Es obvio, me acerco y no salgo.
Salgo y ya no vuelvo.
Y voy hacia las dunas, para saber de mí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario