martes, 25 de octubre de 2011

Ídolo

Día jodidamente agotador en el Máster en el que uno desearía viajar a Ítaca y disfrutar cada instante del viaje como decía el poeta Kavafis. Por suerte I, de forma regular, puebla de luz las clases con sus preguntas (tan decididas como brillantes, como te digo). Más tarde la veo en los pasillos (ésos en los que siempre busco tu rostro). -Eres mi ídolo, lo del ensayo de Cervantes me tiene encandilado. I me sonríe. Después de los primeros comentarios la timidez ya no es una excusa, aunque no tengamos pasado. Llega la hora, pues, de marchar en medio de la noche y coger el bus meditando en lo que debiera ser el arte (y en tu sonrisa que nunca me deja tirado). Termino un poema en el trayecto ("Premeditación") y estas líneas que doblan todas las esquinas, y me siento a gusto. Será que soy, en este terco octubre, misteriosamente feliz.

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