viernes, 21 de octubre de 2011

Aunque tú no lo sepas

¿Mi defecto más peligroso? La amabilidad. He trabajado bien toda la mañana en un poema heredero de la poesía de Salinas. Si el boceto no sale mejor lo romperé y trataré de escribir otra cosa. También he rescatado algunas de mis frases preferidas de ciertos referentes: "Yo quiero ser de plata" (García Lorca); "Basta con conocer lo que es bello y atreverse a expresarlo" (Goethe); "En el instante vulgar hallo un paraíso" (Gabriel Celaya); "He permanecido aquí y he escuchado la voz del río. Me ha hablado mucho. Me ha llenado de grandes pensamientos" (Hermann Hesse); "La vida corriente no me interesa. Solo busco los momentos fuertes. Estoy de acuerdo con los surrealistas, busco lo maravilloso" (Anaïs Nin); "Pobre musa mía, ¿qué te sucede hoy? Espectros nocturnos invaden tus hundidos ojos, y en los colores de tu cara alternativamente veo la locura y el pánico, con su frío y su tristeza" (Charles Baudelaire). Cierro los libros. Estás lejos y entonces salgo a tu encuentro, como si el mismo demonio me hubiera arrancado de casa. Bebo océanos de rostros y salto las olas pero ninguna se parece a ti frágil y feroz, llena de inquietudes. Volveremos a vernos más pronto que tarde. Ya estás en mi vida, no hay dudas de estar vivo y uno se siente a salvo de miedos y reproches, aunque tú no lo sepas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario