domingo, 3 de junio de 2012

La vida me demanda otra memoria

Yo mismo, hoy,
he sabido de mí.
Elegí una mirada,
levanté la voz
para que tú me oigas,
para ver en mi rostro
una pena de muerte.
Me reclamé inmóvil
desde mi punto de observación.

Uno aprende a decir,
con esa sensación de que esperaba
otro presente
en que entrase la piel de un saludo.

Yo mismo, hoy, lo dije:
últimamente, nunca, puede ser,
todavía, tan solo.
La vida me demanda otra memoria,
vivir lo mismo que si tú existieras.

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