domingo, 13 de febrero de 2011

Las vidas del poeta

He leído Confieso que he vivido, de Pablo Neruda y me he quedado con frases sueltas que son tiempo de soñar y de vida. Copio aquí algunas con la única intención de que el tiempo no las borre y las convierta en humo:

Mi vida es una vida hecha de todas las vidas: las vidas del poeta.

La locura, cierta locura, anda muchas veces del brazo con la poesía. Así como a las personas más razonables les costaría mucho ser poetas, quizás a los poetas les cuesta mucho ser razonables.

Yo he sido un hombre demasiado sencillo: éste es mi honor y mi vergüenza.

Los Veinte poemas son el romance de Santiago, con las calles estudiantiles, la universidad y el olor a madreselva del amor compartido.

Persigo algunas palabras...Son tan hermosas que las quiero poner todas en mi poema.

El escritor joven no puede escribir sin ese estremecimiento de soledad, aunque sea ficticio, así como el escritor maduro no hará nada sin el sabor de compañía humana, de sociedad.

Vi a Valle-Inclán una sola vez. Muy delgado, con su interminable barba blanca, me pareció que salía de entre las hojas de sus propios libros, aprensado por ellas, con un color de página amarilla.

Siempre me preguntan, especialmente los periodistas, qué obra estoy escribiendo, qué cosa estoy haciendo. Siempre me ha sorprendido esta pregunta por lo superficial. Porque la verdad es que siempre estoy haciendo lo mismo. Nunca he dejado de hacer lo mismo. Poesía?

Cierro el libro entonces y no estoy en el espacio ni desaparecido en el profundo suelo. Estoy aquí y allá, contigo, con Neruda, no estoy solo, sino como en un sueño.

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