domingo, 6 de febrero de 2011

Febrero huele a vida

Febrero huele a vida y mía es su risa. La mañana es muy hermosa con su luz inesperada y mi diario se llena de flores. Hay una frase de Pablo Neruda que cada día medito más, y no solo por su cercanía, sino porque bien podría aplicarse a mí mismo. Dice el poeta chileno: “Andan muchos días iguales persiguiéndose”. De igual modo, yo me persigo incesantemente, en la ciudad, frente a la terraza. Me detengo de pronto, distingo mi propia sombra que me sigue sin extraviarse. Pasa un minuto y un cuarto de hora. Ahí estoy yo, quién sabe por qué, conmigo.

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