martes, 3 de mayo de 2011

Otro día

"¿Hay café?" Le preguntas a JLS. "Hoy no puedo. Otro día". No te resulta fácil y lo sustituyes, muy a tu pesar, por el borrador de un poema. Luego abres Papeles inesperados, de Julio Cortázar. Y uno de los poemas finales, "La mosca", te da la idea para un posible microrrelato al estilo de Stawomir Mrozek. Nada que pueda salvar una ausencia verdadera, y echas en falta el desayuno con JLS, al que te acostumbraste, hablar de esto y de lo otro: cine, mujeres, pasados remotos. Te haces en la Pérez de Ayala con Bestiario, de Juan José Arreola, que llevas tiempo con ganas de leer. Rescatas una de sus frases de "Cláusulas": "Soy un Adán que sueña en el paraíso, pero siempre despierto con las costillas intactas". Vas después en busca de M., al Café Colonial. Le dices que, aunque haga frío, has retomado los poemas. -¿Has vuelto a escribir? -Sí, he vuelto. Le hablas, discreto, de tus incondicionales (Incondicional: adepto a una persona o a una idea sin limitación o condición ninguna), alguna habrá verdadera. Habláis de la fama, de las chifladas neuróticas que a veces parecen acecharle. De encuentros inesperados en la Ópera. De antiguos alumnos. Es un rato ameno y navegable. Marchas a casa pensando en JLS, en su cansancio de los lunes a veces traspasado al espejo de los martes, como hoy. "Buenos días, amigo. Será otro día".

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