Não sou nada.
Nunca serei nada.
Não posso querer ser nada.
À parte isso, tenho em mim todos os sonhos do mundo.
ÁLVARO DE CAMPOS
Si la reina del baile ya no está,
delgada, amable,
con sus tacones altos
y pestañas abiertas,
pareceré un atardecer gris en San Lorenzo
con las orillas rotas,
como un juglar que canta para ti
y hoy está triste,
y demasiado despistado.
Mira.
Yo hice lo que pude, di mis mejores pasos.
Sigues como una cenicienta
en tus trece,
y me haces ser un corazón
transeúnte de ti,
y atardezco, amor, atardezco.
Pasan noches, gentío, trenes
y muchachas pacíficas
que me persiguen
al pie de cada barra.
No es tan grave el dolor.
Lo que duele terrible y bombardea,
puedes creerme,
es que sin ti, diosa del baile,
ya no tengo a qué agarrarme,
soy un verso que llora y se desnuda de pena
en los días iguales,
un cuarto sin Mozart, Ives, Stravinsky,
esa locura que no tiene fin,
un Pessoa sin Baja.
Nao sou nada...
¡Formidable amigo! Conviertes la pluma, en una magnífica bailarina, al son de tu múscia. Mi admiración... David.
ResponderEliminarMuchas gracias, David.
ResponderEliminarUn abrazo.