lunes, 23 de mayo de 2011

Como un juglar que canta para ti

Não sou nada.
Nunca serei nada.
Não posso querer ser nada.
À parte isso, tenho em mim todos os sonhos do mundo.

ÁLVARO DE CAMPOS

Si la reina del baile ya no está,
delgada, amable,
con sus tacones altos
y pestañas abiertas,
pareceré un atardecer gris en San Lorenzo
con las orillas rotas,
como un juglar que canta para ti
y hoy está triste,
y demasiado despistado.

Mira.
Yo hice lo que pude, di mis mejores pasos.

Sigues como una cenicienta
en tus trece,
y me haces ser un corazón
transeúnte de ti,
y atardezco, amor, atardezco.

Pasan noches, gentío, trenes
y muchachas pacíficas
que me persiguen
al pie de cada barra.

No es tan grave el dolor.

Lo que duele terrible y bombardea,
puedes creerme,
es que sin ti, diosa del baile,
ya no tengo a qué agarrarme,
soy un verso que llora y se desnuda de pena
en los días iguales,
un cuarto sin  Mozart, Ives, Stravinsky,
esa locura que no tiene fin,
un Pessoa sin Baja.
Nao sou nada...

2 comentarios:

  1. ¡Formidable amigo! Conviertes la pluma, en una magnífica bailarina, al son de tu múscia. Mi admiración... David.

    ResponderEliminar