Brilla el mar en Gijón, para mí solo, tal como predije. Solo le cuento cosas inconfesables. Él me escucha silencioso y atento. Antes tomo algo con Fany en el café Velázquez, mientras soñamos mundos mejores. De vuelta, renovado y fuerte, releo unos versos de Jaroslav Seifert: "Agita un pañuelo blanco / el que se despide. / Cada día acaba algo, / acaba algo muy hermoso".
Espero que esos mundos que soñamos,algún día se nos hagan realidad jeje.Besinoss
ResponderEliminarEsos sueños pendientes e ineludibles se irán cumpliendo poco a poco. Y nosotros lo veremos con una sonrisa prendida en la cara. Gracias por ser y estar.
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