jueves, 29 de marzo de 2012

Hasta que regrese

Guárdame las calles hasta que vuelva


con nervios e ilusión.


Miraré las manos


y haré repaso de otros viajes,


y en ellos estará Astillero


y las caras conocidas


y los domingos de la infancia


que sedan el alma.




Háblale de mí, desconcertada,


a la playa de Oriñón


donde sigue el dinosaurio


que me hizo sentir menos solo,


cuando había vendaval.


Dile a Santoña que la echo en falta


y que se pare el tráfico y el olvido


y, como en la huelga,


perdones mi retraso.


Cómo pasa el tiempo.


Y aquí seguimos. En el viaje.




Los recuerdos


vuelan como retazos incadescentes.


Y tanta ansiedad encharca los pulmones.


Guarda los niños en bicicleta,


la aurora que tú y yo habitamos,


el candil que aún tiembla entre la nada,


hasta que regrese,


con las primeras luces.




Seremos otros y mejores.


Y soñaré entonces en voz alta


ya que, pues vivo, acaricio alguna huida.

2 comentarios:

  1. ¡Vaya mañana!¡No se puede hacer nada!
    Muy buena la poesía, tienes talento, no cabe duda. Un saludo, Miguel

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  2. ¡Vaya mañana!!! No dejan a uno hacer nada... Se te echa en falta, don Víctor. Visca Barsa!! Abrazos, y gracias

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