viernes, 23 de noviembre de 2012

Un poema breve

De todas las mujeres, impaciente por verte todo yo, 

te escojo a ti, en medio de ellas, 

que recorres los versos y papeles que te debo. 

A ti que te recuerdo de madrugada 

y de día te recuerdo.

La memoria es una hoguera 

que nunca deja de arder, 

aguantando el embate del olvido, 

y vivimos respirando sus cenizas,

lo dijo el poeta. De todas las mujeres, en semáforos rojos 

y en llamadas de teléfono, 

te elijo a ti, fragilidad de mis días,

que me haces ser ese hombre perdido 

que se salva en lo que escribió, sintió 

o imaginó a la luz de nuestros lugares-tardes.

El caso es que es otoño y yo te escojo a ti.



A ti, tu luminosidad adolescente,

paraíso prohibido, país aún imaginado.

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