lunes, 12 de noviembre de 2012
Para Ager
Te escribo, ya ves, para que
te acuerdes de mi voz a ti debida.
Te diré que tienes Sopelana en tus
bolsillos, el ruido de las gaviotas
que persiguen la playa de Ereaga,
las olas de un mar que no te deja
y suena en el hueco de tu abrazo,
el café Iruña, San Mamés que calma
la tristeza o los dolores. Te diré
eso y te diré la verdad. Eres del
camino. La vida es tan verdad como
tu cuna. Te escribo, Ager, porque
quisiera convencerte de que estar
vivo no es un fracaso. Tendrás
planes pendientes, tendrás un relato
al que dar argumento, tendrás un
viaje sin brújula y el calor de tu
gente, un lugar en el mundo desde
el que poder gritar al otro lado
de la ventana. Hoy es siempre
todavía. Eres la aurora esperando
tu mirada, rugiente e invencible,
como luciérnaga inquieta. Que no
me entere yo que no te valoran, que
alguien te desprecia, o simplemente
quiere pasarte por encima. La tierra
vasca es la tierra prometida. Hay
mucho de poética en ella. Y el
futuro nos llama con tu voz, tiene
tu aliento.
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Como siempre, admiro tus palabras........ Grandes palabras y sentimientis
ResponderEliminarÍdem!!!! Te mando cariño del bueno, del que no se gasta
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