martes, 13 de noviembre de 2012
Para Ander
A ti, Ander, que recién llegas /
y la eternidad son cinco minutos, /
los mismos que te miro. /
A ti que eres explorador, /
madeja de nube, /
sonrisa radiante /
cargada de paz y de verdades. /
Cuando subes a la luna /
tienes la llama del candil /
debajo de tu piel /
que todo lo ilumina /
en este mundo que a veces naufraga. /
A ti que eres jazmín /
que trepa por la vida /
como la sonrisa ante un recuerdo. /
A ti que eres, ilusionadamente, /
sobrino de espíritu y de razón
y de locura. /
Mientras duermes, nunca sueñas con
fantasmas equívocos. /
A ti, pequeño y frágil Ander, /
como te digo. / La ciudad nos
mira con tus ojos. /
Somos lo que somos porque tú
has llegado.
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