Las puertas, por un conjunto de
azares, me han enseñado muchas
cosas de mí mismo. La primera que
atravesé me sentó regular pero me
he dado cuenta de que cada minuto
es valiosísimo. Me dejo llevar por
mis instintos. Defino sensaciones
y sentimientos. Los silencios pesan
más que cualquier ruido. Nunca vas
a saber qué hay más allá si no
atraviesas esa puerta.
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