viernes, 17 de agosto de 2012

No sé qué decirte

No sé qué decirte. Podría decir que estoy cansado.

Preparo la mudanza, hago las maletas

tomado por los fantasmas

impecables

que habitan la casa y cada vacío.



No sé qué decirte. No es el mejor momento.

Hago planes y escribo poemas,

soñando con las manos de Kip Winger o Susanna Hoffs,

en este estrépito de crisis financiera

y maldiciones, en que aún nos atrevemos a soñar.

El caso es que me siento a salvo

cuando el mundo se detiene

en el leve surco de tu mirada.



No sé qué decirte.

Emprenderé nuevas huidas. Seguiré vivo

haciendo propósito de mejorar

mientras el mundo se derrumba.

Tras esta tempestad, vendrá la calma.



Pero lo cierto es que

no sé qué decirte mientras te escribo

-ya son casi las doce de la noche-

siendo viernes y casi invierno,

brindando por el instante

en que recuerdo qué es vivir.

Y no sé qué decirte.




No hay comentarios:

Publicar un comentario