Ahora más que nunca,
despierta,
no des mil vueltas
en la cama.
Enamórate asumiendo
los retos que suponen
estar vivo.
Sé permeable
a la batalla cotidiana
del amor a corazón abierto,
y no pidas disculpas ni permiso,
qué diablos,
no te quedes inmóvil, no sumas
con la que está cayendo
ante esta crisis que se viste de realidad.
Te diría que despiertes,
que te emociones sin perder el vínculo
de unos vinos o de unas palabras
en un celular.
Disfruta del instante,
ése que brindaré a tu lado.
Ahora despierta, más que nunca.
Qué sé yo. Mira el reloj
y no te retrases, que no es tarde,
prepara nuevas huidas
donde siempre somos jóvenes.
Así los dos. Tú, de agosto
y este verano, tuyo y mío.
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