martes, 14 de agosto de 2012

Futuro

Cómo pasa el tiempo. Hoy regreso a mi pasado

mientras se desangra este futuro

de crisis y de ajustes.

Confieso que sigo siendo el muchacho

que le sonreía al destino.

Rompo el espejo de las horas

entre el delirio y la cordura.



No me rindo,

te busco en cualquier mesa sin horas

en que depositar utopías y conversaciones.

No sé qué decirte. Mi entorno mantiene la costumbre

de no tener autenticidad. Quizá nos quiten las verdades.

Pero no las ganas de verte.



Quiero decir mis sueños -quizá ya lo haya dicho-,

entre nervios e impaciencia,

vivir y desvivirme para representar

nuevas formas de resistencia.



Sé que el futuro es quedar para mañana,

quizás una sonrisa, una última copa,

tus barcos y tus olas. En fin. Me pongo cursi.

Pero estamos a tiempo de cambiar las cosas.

Creo en nosotros.

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