Más Paul Auster. Leído La invención de la soledad. En la parte titulada "Retrato de un hombre invisible", tras la muerte de su padre, el autor nos dice: "Ayer, una niña de la vecindad vino a jugar con Daniel. Es una pequeña de unos tres años y medio que acaba de comprender que los adultos también han sido niños y que incluso su madre y su padre tienen padres. De repente, la niña levantó el teléfono e inició una conversación simulada, luego se volvió hacia mí y dijo:
-Paul, es tu padre. Quiere hablar contigo.
Fue horrible. Por un instante pensé que había un fantasma al otro extremo de la línea y que realmente quería hablar conmigo.
-No-dije por fin de forma abrupta-, no puede ser mi padre. Hoy no puede llamar porque está en otro sitio.
Esperé a que colgara el teléfono y salí de la habitación.
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