Alguna vez lo tengo escrito: "Tras el
vivir y el soñar, está lo que más
importa: el despertar", lo decía don
Antonio Machado. Así que, acostumbrados
como estamos a un mundo que está lleno
de durmientes y en estado de dormición,
despertemos, y hagámoslo por inercia,
profundos, retumbantes y siempre
humanos.
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