miércoles, 24 de abril de 2013

A través del espejo

Los libros son cualquier edad de la vida: se acuestan con nosotros por las noches a comernos en porciones, crean mundos al niño que pasó por ellos, se desperezan cada mañana en nuestras sábanas y nos van humanizando, civilizando, consiguen que aprendamos muchas cosas, que leamos a Nietzsche y nuestro 27, que gocemos a Rilke y recitemos a Lorca. Nos hermosean como un sistema de espejos que nos hacen verlo todo a la vez. Son ejemplares y hermosos. Amo su forma de hablar, su voz, su entonación entre varia y variada, su colonia metaforizante. A veces me falla la vida pero el viento de los libros, que es el viento del mundo, se lleva mi decepción.

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