lunes, 22 de abril de 2013

Kodaks

Buscaba y no buscaba en Madrid, a palo seco, un poco de calma, encontrar una sombra conocida, la mía propia.

Yo no me entiendo a mí, cómo voy a pretender entender a Madrid.

Madrid es lo que quiera cada uno.

Ya saben lo que decía Pla, que algunos pasamos horas sumergidos en una misantropía flotante.

Me gusta San Lorenzo en abril, ancho, habitado por nuestras sombras de felicidad, que amenazan con abrazarse.

Con tu ausencia queda el ánimo como la casa vacía tras la fiesta, botellas medio llenas sobre la mesa sin horas.

Los pies reivindican el viaje, la historia real y el recorrido.

Abandonemos de una maldita vez el hábito del fracaso. La tendencia de ser un perdedor. Nada sabe de la vida quien no se enfrenta a la realidad.




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