martes, 1 de enero de 2013

Nuestra patria es el trayecto

Es difícil influir en la realidad en la que vivimos si somos meros espectadores en un tiempo de descrédito. O participamos de ella por definición, o no somos. Pero hay días en que me levanto con una esperanza con mayúsculas, humana, perfilada, refulgente, neta, si tú me miras. Las barras de los bares, los lugares desconocidos, la conversación de tus estudios, la playa de S. Lorenzo han aprendido de memoria a convivir contigo. Tu tren vital es maravilloso. Cuando vienen días grises, si me veo necesitado de energía, vienes por los raíles del tiempo hasta mí, tan viva y con tanto presente. A veces necesitamos saber que le importamos al otro. Les doy la lata con los trayectos porque pienso, a menudo, en las sílabas de mi futuro. La verdad es que creo en nuestra coincidencia, en nuestro poder de decisión. Nada está escrito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario