jueves, 10 de enero de 2013

Despierto



Despierto y el dinosaurio sigue ahí.

Veo claro el argumento de mi novela.

Quince folios, con mucha ilusión

y con la sensación de que aún no existen los problemas.



Despierto, el caso es que es enero y yo te amo.

Suerte, imagino, el no deber nada a nadie,

cuidarse de la amargura,

que mi fiebre sea el optimismo,

relativizar el éxito y el fracaso

como Bogart en Casablanca .

Pasa el tiempo y no es malo,

con la sonrisa prendida en el rostro.

La prima de riesgo está por los aires.

Pero aquí estamos, entre la realidad y el deseo.



Despierto, como te digo.

Es enero y yo te amo trepando al árbol del pecado,

ése mismo en el que tallo nuestros nombres,

te busco para convencerte de que estamos a tiempo

(adhuc tempus se decían las viejas leyendas).

El futuro es nuestro. Sé que insisto mucho,

espero que me perdones, pero continuamos en el viaje.

Estamos despiertos. Ahora más que nunca.

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