viernes, 19 de octubre de 2012

Paraísos inventados

Uno se mira hacia adentro a deshora, huérfano y perdido, y con la intención de encontrar el alma o algo que lo valga. Hay que cazar los rayos de tu mirada, lejana, como Navokov cazaba mariposas. Te llamas Alicia o Almudena. Apenas te conozco pero sigo tus pasos de gacela y de tango en el teatro de mis sueños. Ya sé de dónde vienes, aunque no se sabe nada. Días de Gijón en la cabeza, de Gardel y literatura, ya está dicho, para conseguir un puñado de dichas. Aún me falta algún ensayo para oscar a mejor actor, pero espero verte de regreso, acto 2, escena primera, la tarde de un café que aún nos aguarda. Días de sueño, a estas alturas, me paso el día paseando mis deseos horas y horas, la vida es tan verdad como tus pasos. Gijón sin ti Alicia / Almudena es un puerto sin barcos ni futuro. No te falta la calma de los paisajes amables. No te conozco pero somos el destino, que no existe, somos tú y yo. Estar vivo no es un fracaso. Me miro hacia adentro, lo sé, y la mujer habita al marinero con todo su lirismo y el estrépito de su alegría. El mundo no es distancia en la textura secreta de la memoria. Creo en mí.

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