martes, 18 de septiembre de 2012

Vámonos

La casa en el campo, silenciosa en la noche, perdida y acompañada, me trae tu nombre. Ya está, pronto nos veremos, y trato de aplacar los nervios. Quiero dormir hasta estar a tu lado. Tengo ganas de verte, qué sé yo. Sé que tu presencia trae lo que un sol luminoso al verano que ahora marcha. Comienza en ti este otoño, en ti árbol abierto, que me ofrece sus ramas. Hay mujeres que dan para un libro y mujeres que son un relato breve. Tú mujer con hojas, eres Eva expulsada del Paraíso. Yo, Ulises, triste viajero que regresa. La ciudad está cerca y lejos. Aunque sepa los caminos yo nunca llegaré a Ítaca. Hay que pensar en tantas cosas: la novela, nuestra próxima huida, los sueños por habitar, buscando luciérnagas que se esconden. Vámonos, pequeña, al frío. Cada comienzo es un horizonte. Todo es un relámpago en tu risa.

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