miércoles, 5 de septiembre de 2012

La vieja casa


Terminó la mudanza,


y yo vuelvo.

Fuimos felices en el máster

con un sol cegador.



Vuelvo como un animal cansado

entre el delirio y la cordura

como James Mathew Barrie

con los hermanos Llewelyn Davies,

aunque quizá nunca me fui.



Vuelvo a Ballota, a la vieja casa,

pequeño universo desierto

perezoso, que bosteza,

regreso al roce de los acantilados

y a las nubes primigenias,

al viejo lugar

donde siempre somos jóvenes.



Trae el horizonte, vestido de septiembre,

un nuevo comienzo,

ladridos de perro al amanecer.

Palpo la escalera desconcertada,

tallo nuestros nombres en los árboles,

esos mismos que escribía en los pupitres,

mientras termino etapas y versos

preparando futuras citas.



Pero a lo que íbamos. Seguimos el viaje.

Vuelvo y huele a recuerdo la vieja casa.

Abriremos todas las ventanas.

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