miércoles, 26 de septiembre de 2012

Maquillaje exprés

Es septiembre, que a uno siempre puede resultarle fascinante. Despedimos el verano. A pesar de su marcha, o quizá por ello, el olvido golpea todo y uno, todavía escritor joven, sigue con la novela a cuestas y con las oposiciones de futuro. Somos otros, austerianos y distantes. Pero aún así no nos rendimos, aquí estamos, y, entre tanto, recordamos las promesas que nos hicimos. Es hora de cumplirlas. Empiezo para variar un nuevo poemario de desahogo, Maquillaje exprés, título por cortesía de mi querida amiga Patri, genial como siempre (uno, como snob, intenta estar a la última). Llevará poemas sin conexión aparente, sin maquillar más que lo justo (porque uno está como quien busca espejismos o salidas de emergencia). Continuamos pidiendo la paz y la palabra, siendo fieles a nosotros mismos. Qué bueno empezar nuevos libros, nuevos poemas. Ojalá que os gusten.



BILLETE PARA UN VIAJE AIR XANAX

Nunca he oído hablar de Xanax, dije.
Es una droga distinta a cuanto ha visto.
Siga las instrucciones -querrá tomarla-,
y dirá adiós a todo
y se convertirá e un vulgar zombi,
en un ser de párpados cerrados
que no llamará la atención.

Podrá, si no se resigna,
volar a través de las ciudades
y las corrientes bifurcadas
espantando a la anestesia
de días pasados.

Le garantizo que, cumplido el tiempo,
no se enterará
de que ya no sigue con los pies en la tierra.



LOS OJOS ABIERTOS

(Marguerite Yourcenar)

Tengo varias religiones, como patrias.
No pertenezco quizás
a ninguna de ellas.



CAUTELOSA MÁQUINA

La máquina,
vieja máquina de escribir,
que es nueva de alguna forma,
cicatriz siquiera,
murmullo.
Le quita el rencor a lo que pienso,
porque, contra lo que creen
los transcendentalistas del oficio
-que no expresan nada-
escribir en una máquina
es menos comprometido
que escribir la tinta.

La pronuncio.
La devoro en mi sombra.
La someto al alcance
de lo visible.
La rescato
hasta los escombros de la luz.

Estaba escrito,
sigo fiel a mi máquina,
delira,
teclea alegremente
el silencio de última hora
que está en nosotros como a nuestro alrededor.
Por tanto, la máquina,
respiración nocturna,
colchón vacío,
dice las verdades de plomo.
Es cuanto necesito saber.

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