miércoles, 12 de septiembre de 2012

Cita

Fui feliz y sigo siéndolo aunque el frío glacial se congele en mi camisa e Ítaca se vaya deshabitando.
Estos días son largos. Hago repaso de lo vivido y los recuerdos son aleteos de mariposas fugaces haciendo vuelo rasante. Todo un reto poner nombre a las puestas-atardeceres, empezar mi novela que encuentra todas las ilusiones que uno quiere. Aquí Ulises. Aquí un náufrago en busca de un hotel disparatado en que sentirse niño. Son tiempos difíciles. Mañana no estaré en el País Incertidumbre. Mañana no será lo que Dios quiera, y nos cubriremos de certezas. Me quedan demasiadas cosas por vivir y aprender. Momentos frágiles. Somos los que fuimos. O los que seremos. Qué sé yo. Cómo pasa el tiempo. Nace un amor más justo, mejor. Ése que soñaron esos otros que conformaron al yo que soy ahora. Ése que se sube predido a los trenes del futuro, a los cafés de Heineken y de risas disparatadas. Con la llama de Prometeo alumbro la vieja casa, ahuyento a los morlocks que se tercian, con libros de Paul Auster o palabras incesantes. También con veracidad y autenticidad. Te diría que sigo soñando y trabajando mis escritos y te diría bien. En esas estamos. Y ando inquieto. Con todo por hacer. Con nuestro encuentro por llegar. Estoy llegando a la cita. No queda nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario