domingo, 27 de abril de 2014

Lo que te cuento a ti

Como todos los que me conocen saben muy bien me gustan las mañanas que son como la primera mañana del mundo, ser feliz con el momento.

Lo que uno no sea capaz de encontrar en su barrio no lo encontrará en una esquina de la Quinta Avenida.

¿No debería escuchar, con el cisne suave de la niebla, el pensamiento maravilloso y genial de que cuanto vive en mí es un admirable regalo?

Fuimos tan jóvenes que todo nos nombraba en su perjurio.

Hay una máxima de Sabato que siempre tengo muy en cuenta: "De un sueño se puede decir cualquier cosa menos que sea una mentira".

Has dejado a tu gloria pendiente un enjambre de ventanas: ten tiempo de mirar una nube o dialogar con el viento discreto.

La alegría que me saco de los bolsillos es comenzar. Comenzar me confecciona y es vivir, siempre, a cada instante.

Solo escribo de mí mismo cuando escribo de otras cosas.

Nunca le he contado a nadie lo que te cuento a ti.




viernes, 25 de abril de 2014

Pavese y yo

"No deberías tomar nunca en serio las cosas que no dependen de ti solo, como el amor, la amistad y la gloria", me dice Pavese. Coincido con muchas de sus ideas. Coincido en pensar que lo que triunfa es una agresiva insistencia. Soy de esas raras personas que no se pasan la vida quejándose, que ya saben al levantarse lo que van a desayunar.

miércoles, 23 de abril de 2014

Tuve un sueño

Créanme ustedes, como un escritor sin éxito vivo feliz en mi burbuja, escuchando el martilleo de mis versos, jugando con mi prosa libre, con planteamientos fosfóricos que decirte los martes, con las puertas entornadas, esperando nuestro encuentro sin una pena de muerte. Como tengo ojos en la cara quedo con mi psicoanalista, el mar, que me dice que los secretos extratemporales que me aterran salgan a la luz. Los sueños nos vuelven  más tontos las más de las veces. Y yo sigo soñando. Tengo en cuenta a mis sueños a la hora de tomar cualquier decisión. Llevo la cuenta de todo. No hay taxonomía que me clasifique. De las citas literarias. De nuestros viajes venideros sin anestesia. Sé que estaremos en Teruel, una tarde, en verano. De los restos del que hubiera sido. Repaso alguna gran ciudad perdida que se gana, que me hace perder la cabeza. Como tú en mi vida. Eres todas las mujeres y sonríes en todas las bocas. Recuerdo, repentina e inexplicablemente, a Kenneth Rexroth, quien habla en su poema de un tío suyo y de su convencimiento de que existe, en alguna parte, un doble de cada uno de nosotros. Todos nos topamos con otras personas, que portan rostros diversos e interfieren en nuestras vidas. Es Martín López-Vega quien habla: "Todas las caras que uno ha visto a lo largo de su vida / se organizan en series misteriosas; y cada uno  / de nuestros amigos, cada uno de nuestros amores, / coincide misteriosamente con algunos otros / en algún rasgo que creíamos único, en la manera de mover las manos, / en el gesto de respuesta a un comentario cariñoso". Y estoy de acuerdo. ¿Dónde fue, en Italia, con los pies molidos? ¿Eras tú la única capaz de hacer de cada instante un instante único? ¿Me diste tú el billete que me trajo lentamente desde París? ¿Te besé en la Rambla en un día sin mácula? ¿Eres el ángel de la salvación que me sirve tarta cierta sin gesto perezoso con la camiseta más sexy, por encima de la conversación vana y el deseo? Cuanto podía esperar tú me lo has dado. Me despierto de las ensoñaciones sabiendo que hay personas que son la parte de mí que a mí me falta. Te has ido con la luz que ilumina el mundo pero no te has ido del todo, en la nostalgia y el vacío está tu sonrisa, en la música secreta del recogimiento oigo tu voz, y aun en soledad siento tu fugitiva compañía. Como la vida misma: siempre huyendo de nosotros mismos para acabar por encontrarnos en cualquier parte.


lunes, 14 de abril de 2014

Estos versos

Estos versos van a la playa de tu nombre,
hacia tu vida van, ahora
que todo está como si nada,
y en todo estás tú, aunque no creas.
Te tengo en la memoria y en mis sienes.

El Congreso aprueba una cura
para el miedo,
se privatiza mi alegría en tu presencia.
Tú me quitas el frío con ese sol tuyo.

Estos versos convierten en Oz
mi ciudad, Sísifo abandona
su piedra en la cima,
a Ícaro, sin cenizas de volcán, no se le caen las alas.

Te espero como a agua de mayo.
Tú, con tus ojos de lunes.
Yo, el abajo firmante que nace en ti
cada septiembre.





domingo, 13 de abril de 2014

Inéditos de Lorca

El balbucir del caimán que se traga mis bostezos, las torres de ruido hacia tres mil espaldas, el inmenso ejército de ventanas, las brisas doloridas.

Todos habéis oído hablar de la imaginación. Para mí la imaginación auténtica es caminante, avanza como avanza el caballo puro sapientísimo.

Rascacielos, inmensos letreros, los negros que esperan, que crecen, que cantan. Americanos rubios y niñitos degollados. Protestan a la espera de la barcaza de prestado día y noche y siempre. Un hombre apoyado en la barandilla del embarcadero. Una aceptación de soledad, la multitud, el agua aulladora.

El gran Rafael entiende que los Diarios verdaderamente vomitan la bienhechora melancolía: son mis cuatro paredes blancas.

Cayó un chaparrón de manera exacta, lo demás se lo llevó el viento, y, cristalino, nos empapó. Todo el mundo se comprendió mejor bajo la lluvia.

Como ardiente apasionado del teatro es curioso cómo surge la protesta cuando la hermosa muchacha está en los horrores del drama y de la tristeza. Es el mundo visto siempre, siempre, siempre, a través de ella.

En nuestros sueños y en nuestras nebulosas somos todos cante jondo, color espiritual y siguiriya, vocablo facilísimo.

Estamos, por primera y acaso única vez en la vida, a veinte mil leguas de las palabras que manan y de todos los temperamentos.


jueves, 10 de abril de 2014

Voy contra mi interés al confesarlo

Algunas emociones con puntualidad y esmero me quieren dar la lata... se esconden entre mis dudas, me dejan su huella digital, las recibo alto y claro, casi puedo contemplar sus disfraces geniales por complicados. Sigo escribiendo poemas con flash urgente, la vida perdida y ganada me interesa. Neruda, Larra, el 27, Margarit, Rilke, mucha gente ha hecho así sus mejores libros. Sigo vestido de relámpago. Como esta mañana preparando Bécquer. Dice el poeta de las Rimas: "Dime, mujer, cuando el amor se olvida / ¿sabes tú adónde va?". Sé mucho de lo que no sé nada. Si quieres dejar huella, no pises donde pisa todo el mundo. Si te cansaste, siéntate. El subconsciente es mucho más avispado que la conciencia.


miércoles, 9 de abril de 2014

Demasiado feliz

No ya llevar la cuenta de todo en malas noches de insomnio, atormentado de soledad y espejos, sino llegar a la conclusión de que la vida nos va escribiendo cada día. En la fugitividad de mi corazón permanecen y duran seis o siete personas a las que he amado. Pues bien, eso sí, ahora sonrío y me sonríes llena de viento y belleza y le dan a uno ganas de arrojarse al río del olvido. Pero pronto pongo mala cara y recuerdo que no sé nadar en los sueños, de un tirón. Y es que, a cierta edad, hay quienes toman, como yo, todas las precauciones posibles para no ser demasiado feliz. Quien siempre gana nada sabe de la vida.